lunes, 17 de junio de 2013

UN RESPIRO



Se sobresaltó muy temprano en la madrugada,  cuando el despertador se encendió.
Hoy era el día en que se estaba yendo hacia la aventura que, aunque bastante segura, implicaba algunos matices de riesgo, después de todo, nada había dejado atrás y no le esperaba nada asegurado hacia adelante.
Pero, ¿qué tenía que perder?, después de todo, lo que pensaba estaba asegurado en su vida, lo había perdido de la noche a la mañana.
No se arrepentía por lo que había hecho en su vida, ese mar de causas y efectos que la llevaron a su situación actual; y si tuviera que volver a andar sobre sus pasos, tomar esas mismas decisiones o dejarse llevar por los demás, volvería a hacer lo mismo, se decía a sí misma. Tenía la certeza de que todas sus decisiones estaban de acuerdo con su conciencia, sin embargo, estaba más que claro que mucha gente no le gustaba lo que ella hacía y haría lo que fuera por hacer lo propio.
Y lo hicieron.
“Olvídate ya de esto”, se repitió por enésima vez. Su última decisión se había materializado, lo que iba a hacer en pocas horas era irrevocable, aunque en el fondo sabía que todas las decisiones del mundo se pueden revertir, si no se ha llegado al tiempo límite para ejecutarla. ¿Era esta una señal de debilidad acaso? ¿Escapar de esa oleada desazones e ira contenida, y de gente feliz por sus desgracias? No, porque ella se conocía a sí misma, una vez tomada una decisión, era irreversible, y mucho más una de esta clase.
Y era cuando ese pequeño recodo de su mente, aquel en el cual iban a dar todos los malos sentimientos que la hacían débil, comenzó a reclamar su parte en esta decisión. ¿Estaba huyendo de sus problemas? ¿Esa era la manera en que estaba reaccionando ante todo su fracaso? ¿Le estaba dando la razón a todos aquellos que fueron causantes de su humillación?
Pero esta parte de su cerebro estaba en ese recoveco por una sola causa en especial, la mayor parte de su mente estaba invadida por la razón, que de inmediato empezó a decir, ¡Y que te importa lo que piensen los demás! ¡Preocúpate mejor por ti! Te estás dando un respiro, eso es todo.
Repasó lo que ahora se volvía un himno, cantado casi cada hora, a veces es mejor detenerse en el camino para reflexionar sobre el pasado, para luego caminar con más firmeza hacia el futuro.
Terminó de arreglarse, sus enceres de limpieza personal ya estaban empacados, su maleta, lista desde el día anterior. Entonces abrió la puerta de su departamento y se lanzó a la aventura, hacia nuevos aires, hacia un nuevo país.

viernes, 7 de junio de 2013

A MI AMIGO JEM


Como lectora asidua de novelas de ficción, orientadas a los sobrenatural y gótico, soy una fanática obligada de Cassandra Clare. Es una de mis autoras favoritas. Muchas veces, debido a la escasez de libros de este género en mi país, tengo que pedir sus obras por correo con meses de antelación a su lanzamiento.
El último libro que compré fue Clockwock Princess, Princesa Mecánica en español, del cual debo decir, me dejó muy conmovida por cerca de una semana, y para ser mas especifica, del tipo de conmoción que te deja viviendo en la historia y te es difícil dejar de pensar en ella, recordando pasajes específicos que revives en tu mente sin querer.
Ha hecho que me sienta obligada a releer todos los libros de la serie de Cazadores de Sombras, tanto Mortal Instruments, como Infernal Devices, pues hay cabos sueltos, de esos que nos sabes que lo son, hasta que los ves recogidos en un mismo volumen, este es el caso del libro, pues hay dos que tres detalles que debo confirmar, y también revive algunos personajes que fueron mis favoritos, pero que no aparecieron en la serie, y es en este libro cuando te das cuenta qué fue de sus vidas.
Mi parte favorita de todo esto, James Carstairs. De toda la serie de Infernal Devices, fue un personaje que pasaba hasta cierto punto desapercibido, pero toma fuerza con cada libro que pasa. De esta última edición, puedo decir que me mantuvo llorando durante la mayoría de la novela, incluso hasta el epilogo.
Mucha gente puede decir, para qué lees un libro que te hace llorar, y les devuelvo la pregunta, ¿Alguna vez un libro de total ficción te ha cautivado tanto, que te crees la historia como para sufrir por las vicisitudes de alguno de sus personajes?, pues eso ha hecho Cassie, como solemos llamarla mi hermana y yo.
Mi conmoción hacia la historia es tal, que no había podido ponerlo en palabras, hasta que esta mañana decidí escribir todo lo que me impactó de la vida de James. Creo que con esto resumo mis sentimientos hacia el personaje, y espero que de aquí en adelante tenga mejores días:

La vida no es justa, pero se convierte en inhumana cuando, por el motivo más humano, se comenten pecados contra los más inocentes.
Lleva una vida sin culpa, pero la culpa de otros ha tomado su venganza en él
Ha demostrado su amor en todos sus actos, amor que se le ha retribuido con creces. Pero aun el amor más grande, no nos puede salvar de nuestro destino.
En la vida podemos tomar tantos caminos, muchos de ellos nos llevan a grandes sacrificios.
¿Cómo puedes sacrificarlo todo, aún al ser amado, con tal de redimir los pecados ajenos?
¿Es justo dejar de vivir por un tiempo, privarse de todo lo que más amas, para poder existir por el hecho de hacerlo?
Hay muchas muertes en vida, sentarse a mirar como las cosas más hermosas ocurren, pero no a ti. Cuando eres privado de todo. ¿Hay vida aunque no se pueda disfrutar de ella?
Se le desea el mayor bien a tus seres amados, aunque no lo vivan contigo, con el mayor anhelo de que, algunas vez todo sea como fue.

El amor es sacrificio, es perdón, es ver la felicidad reflejada en el rostro de los que más amas, aunque parte de tu alma se desgarre por ello.