jueves, 26 de julio de 2012

PERRA SUELTA Y EN CELO



Recientemente fui a una discoteca a celebrar con los compañeros la despedida de uno de ellos, ya que iba a ser trasladado para otro proyecto. En este punto debo aclarar que mi trabajo es en el sector de la construcción, razón por la cual la mayor parte de mis compañeros de trabajo son hombres. En el grupo habíamos, contando conmigo, cerca de seis mujeres, en un grupo donde habría cerca de treinta hombres, lo usual en este tipo de grupos.
Fue entonces cuando llegó una compañera de trabajo, la cual debe tener entre veinte y veintitrés años, quien empezó a bailar muy acaramelada con uno de los compañeros, lo cual también es usual, ya que estábamos en plan de divertirnos.
Cuando la chica salió a bailar con otro chico, también muy acaramelada, ya la cosa comenzó a ser tema de conversación entre el grupo, y cuando hizo esto mismo con un tercer y un cuarto compañero, pues el resto de los chicos estaban haciendo fila para ver cuando les tocaba su turno.
La chica terminó durmiendo en una casa especialmente alquilada para varios trabajadores, por lo que no tuve que poner a mi mente a volar mucho, en cuanto a que ocurrió después de la fiesta.
El caso continuó días después cuando a la dama me la encuentro muy nerviosa porque la estaba saliendo de un restaurante con trabajadores del horario nocturno, cuando ella pertenece al horario diurno. Aparentemente la chica toma su tiempo libre para distraer a los trabajadores de sus labores, puesto a que, cuando el resto de el resto de ellos supieron donde ella se encontraba, fueron hacia allá como moscas a la miel. Obviamente me tocó poner orden, debido a que los trabajadores no estaban cumpliendo con su labor, por prestarle atención a la muchacha.
No es la primera vez que me encuentro con un caso como este, en varias ocasiones he salido a discotecas, y he visto a chicas que se pierden con un chico diferente por hora. Esto es algo que realmente me tiene sin cuidado, porque cada quien hace de su vida lo que le da la gana.
Entonces ahora alguien se puede preguntar por qué si no me importa escribo acerca del tema, muy sencillo, porque esto se convierte en un problema cuando contraviene con mi labor, y es por ello que expuse dos casos, uno, el de la chica de mi trabajo, y el otro el de conocidas con las cuales he departido fuera de ámbito laboral. Hay un lugar para cosa. Pueda que su actitud no pasara de ser simples desahogos de sus hormonas  cuando se encontraba en el colegio, o con sus amigos del lugar donde vivía, pero cuando vamos al plano laboral, hay que recordar que en el tiempo libre puedes hacer lo que guste, pero que en la jornada de trabajo tu actitud debe ser otra.
Repito, me tiene sin cuidado la vida amorosa de la joven, pero pienso que cada cosa tiene su momento y su lugar, en la discoteca, bien, dentro de tu horario de trabajo, mal.
Sé que es mucho pedir responsabilidad, cuando llevas una vida bastante irresponsable, y no le puedo echarle la culpa a ella, después de todo su tiempo fuera del trabajo es suyo. El problema aquí son los chicos que le siguen el juego dentro del lugar de labores, los trabajadores tienen que saber cumplir con su oficio. Ahora bien, como me dijo uno de ellos, cuando se presenta la oportunidad  hay que aprovecharla. No estoy de acuerdo con esto último, pero esa es la actitud de los trabajadores de la construcción, y es la actitud que realmente me choca, y es la actitud realmente irresponsable de todo esto.
Mañana, cuando pierdan el trabajo por bajo rendimiento, no van a decir que fue porque no estaban haciendo su trabajo, van a decir que fui yo la que me dio envidia porque la chica era más guapa que yo, así que decidí despedirlos a todos, y porque soy una vieja amargada, por supuesto, cuando son ellos en realidad los que no toman en serio su trabajo.
Las distracciones existen, pero todos debemos saber a qué le ponemos prioridad.

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